Cuando los peques empiezan a reconocer las letras pronto empiezan a querer imitarlas. Normalmente lo hacen con lápices o rotuladores, ya que estos materiales los suelen tener más a mano.
9 Jul · angela · No Comments
Hoy hemos dibujado letras con sal. Hemos aprendido como suenan y como se representan. Un juego que encanta a los peques y con el que aprenden mucho.
Cuando los peques empiezan a reconocer las letras pronto empiezan a querer imitarlas. Normalmente lo hacen con lápices o rotuladores, ya que estos materiales los suelen tener más a mano.
Si tenemos en cuenta lo importante que es el dominio del trazo y del movimiento de la mano para la escritura futura, no está de más que les proporcionemos ejercicios con los que puedan practicar la pre-escritura mientras experimenta con el tacto.
Un recipiente para poner la sal -nosotros hemos utilizado dos bandejas de las que usan para la carne en los supemercados-,y les hemos recortado unos fondos de color para que se note más el dibujo. También necesitamos una huevera y las tarjetas imprimibles que os facilitamos en el post de «Letras con palos de polo»
Mis peques han empezado directamente a escribir las letras en las bandejas de sal ya que ambos conocen bien las letras, pero si tu peque está empezando a familiarizarse con las grafías, es bueno que pronunciemos el fonema en voz alta para empezar con la asociación grafía – fonema. Es importante enseñar a los niños «cómo hablan las letras» en vez de su nombre, de esta forma tendrá mucha más facilidad en el futuro para formar sílabas uniendo fonemas.
Valga como ejemplo:
Si enseñamos al peque los fonemas y su nombre es POL, llegará un momento en el que descubrirá que unir los fonemas /p/ /o/ /l/ suena la palabra POL.
Si enseñamos los nombres de las letras y el peque intenta deletrear su propio nombre – POL – el niño lo leerá dando a cada letra el valor completo del nombre de la letra, es decir: PE O ELE.
Por tanto con este ejercicio entrenamos la conciencia fonológica, que consiste en saber que las palabras están formadas por «piezas» como un puzzle a las que llamamos sílabas o fonemas. Reconocer estas «piezas» les permitirá leer y escribir en el futuro.
Al mismo tiempo trabajamos la motricidad fina, asignando a nuestro dedo el papel que suele tener el lápiz: escribir.Si el peque empieza a hacer trazos, podemos pedir que repase con el dedo la letra que tiene en la tarjeta antes de intentar reproducirla.
Además trabajamos la atención, puesto que a estas edades suelen existir letras que les causan confusión, como por ejemplo la P o la R, que sólo se diferencian por un «palito».
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