¿HAS TERMINADO LOS DEBERES?

Pensamientos de una madre desencantada.

30 Abr · angela · 15 Comments

¿Has terminado los deberes?

Si tú también eres de las que tienes que repetir esta frase una y otra vez, te invitamos a reflexionar sobre la necesidad o no de hacer deberes en casa.

Mañana es uno de Mayo y no hay cole, es uno de esos días que los peques tienen para “disfrutar en familia”, ya que los papis tampoco trabajan – o eso se supone- porque si trabajas en el sector servicios esta afirmación es un tanto discutible. Yo tengo la suerte de ser una de esas madres que no trabajan cuando sus hijos no tienen cole, por lo que preparo los fines de semana y festivos montones de actividades, salidas, visitas a sitios de interés, etc. Mis hijos, junto con papá y mamá, no paran un segundo. ¿O sí?

Mi hijo pequeño tiene 4 años, todavía no sabe que es eso de los deberes, pero el de 8 ya sabe muy bien que son un suplicio. Resulta que papá y mamá han preparado una salida al oceanográfico, pero no podemos ir hasta que él no acabe las 20 sumas llevando, cuatro problemas y la comprensión lectora. O sí, podemos ir y que se nos hagan las tantas de las noche luego para que él termine los deberes.

Cabe decir que escribo estas líneas desde la frustración de una madre que no puede solucionar esta situación. La gran mayoría de los profesores de primaria ven los deberes, no sólo necesarios, sino indispensables para que sus alumnos adquieran los conocimientos que se les está intentando transmitir.

Y yo me pregunto: si no lo ha adquirido en clase, dónde tiene al profesor para preguntar, ¿qué les hace pensar que lo adquirirán en casa solos? o mejor todavía: si un profesor preparado no es capaz de hacerlo entender, ¿por qué una madre/padre que no lo está va a ser capaz?.

No significa esto que los padres/madres sean tontos, ni mucho menos, pero seamos francos, no todas las realidades sociales en nuestro país son los mundos de yuppie – recuerdos de infancia – . En nuestra sociedad, existe el niño que pasa las tardes enteras con la abuela, y a la pobre mujer le va justo leer la lista de la compra, imagina la cara que puede poner si el nieto le dice que busque información sobre el ornitorrinco de Australia en internet. (Por favor, léase abuelo también en cada caso, que no va esto de guerras de sexo).

Existen repetidos argumentos que los defensores de los deberes utilizan y que, como madre – dejando a un lado mi papel de educadora – me gustaría analizar. Son como una especie de decálogo aprendido, como la Biblia de los deberes escolares.

1. Crean hábito de trabajo.

Madredelamorhemoso! Yo dejo a mi hijo a las 9 de la mañana en el cole. Asignatura 1 (45 min exactos gracias a la nueva ley) asignatura 2 (otros 45 min), recreo – si no se le ha castigado sin él por no haber pintado los dibujos que salen en las páginas de matemáticas de los deberes, pero de eso hablaré otro día – Asignatura 3 (45 minutitos del ala) y Asignatura 4 ( otros 45 minutitos). Por fin llega la hora de comer y descanso, pero sólo hasta las 3, porque entonces empieza la tarde y vuelve a tener 2 sesiones con los mismos minutitos. Veamos como voy de matemáticas: 45 minutitos, por 6 asignaturas son 4 HORAS Y MEDIA  de estudio al día, pero claro, el niño crea el hábito de trabajo en la hora que pasa en casa haciendo los deberes y quejándose porque no puede ir al parque a jugar al balón. ¡Ojo! Que yo estoy a favor de la cultura del esfuerzo, pero no a cambio de abandonar la cultura del juego. Y todo esto sin olvidar que durante estas horas los niños deben permanecer completamente callados, sentados en una dura silla de madera y escuchando la misma voz día tras día. Por otra parte, lejos de crear hábito de trabajo lo que hacen es que los niños tengan autentico odio  a los deberes, porque son repetitivos y monótonos. ¿De verdad es necesario que el niño coloree tres páginas del libro de educación física para entender que el deporte se hace con chandal y deportivas? (verídico).

2. Los deberes refuerzan lo aprendido.

Segundo mandamiento. O sea, después de las horas que dedican a estar callados, sentados, escuchando y haciendo las tareas que el profesor tiene a bien ordenarles, llegan a casa, sacan el libro y TACHÁN todo lo que han explicado en clase se les mete en el cerebro y cobra sentido. Mágicamente ahora se les ha quedado grabado a fuego algo que se les había quedado cojo en clase, ¡y todo eso ellos solos! (nótese la ironía)

3. Hay que pedir responsabilidades a los niños.

Totalmente de acuerdo, los niños deben ser responsables de sus acciones, de su material, de su comportamiento para con los compañeros, de sus actitudes. Pero los deberes no son responsabilidades, son obligaciones impuestas a niños, que por su edad, no son responsables de lo que pueden hacer o no en su tiempo. A ver si me explico, volvamos al niño que pasa la tarde con la abuela (de nuevo léase abuelo también) y al que su madre recoge al volver del trabajo. Mamá ha dicho a la abuela que no se preocupe por los deberes, por lo que toca ponerse después de cenar y antes de ir a la cama. ¿Es irresponsable ese niño por hacer los deberes a esas horas? ¿de quién es la culpa de que el niño esté sumando y restando a horas que debería estar acostado?

4. Nos quejamos de los deberes pero los llenamos de extraescolares.

Otra de las disculpas de los profesores para defender su posición. Pero, ¿nos hemos parado a pensar que hay padres que ni siquiera disponen de la abuela (abuelo) que no sabe leer para cuidar de sus hijos y se ve en la obligación de dejar a su hijo en innumerables actividades? Resumimos, encima de que el niño va como una peonza de aquí para allá, al llegar a casa debe dedicar su poco tiempo a las tareas del cole. OJO, que también hay padres que los apuntan sin necesidad, pero, es que están en su derecho de poner a su hijo en relación con otros saberes que consideren oportunos. En este caso, se traspasa la delgada línea roja que separa el derecho de los padres a elegir que hace su hijo en el tiempo libre y el de los profesores a mandar deberes (si es que eso es un derecho)

5. Si no mandamos deberes en vacaciones se olvidan de lo que aprenden.

Séneca dijo una vez “Lo que de raíz se aprende, nunca se olvida” Atención al matiz, hay que aprender de raíz. Muchas veces hablando con mi hijo escucho eso de “eso es así porque lo ha dicho el maestro” pero no entiende ni papa de lo que me está contando.

Recuerdo que un día trajo unas tarjetas sobre minerales para rellenar en casa. ¡Mamá no tiene minerales! a lo que el niño contestó: tranquila mamá, nos han dicho que busquemos en internet. OJIPLÁTICA ME QUEDÉ. No por lo de buscar en internet, sino por los datos a rellenar en cuestión. A través de una foto debíamos averiguar si los citados minerales pesaban mucho o poco, si eran porosos, si se deshacían con el tacto, si brillaban, si reflejaban la luz… ¿En serio? Tanto cuesta tener una de esas cajitas con muchos cajoncitos para poder tocar, mirar, oler… ¿Alguien cree de verdad que mi hijo es capaz de recordar los datos que apuntamos en las tarjetas?

Siempre que hablo con otras mamás me gusta comparar esta situación con la de un matrimonio que se ha separado. Resulta que se nos concede la custodia compartida a las instituciones educativas y a los padres – teniendo en cuenta la obligatoriedad de la escolarización a partir de los 6 años no es una comparación descabellada- y cuando el colegio ejerce su custodia tiene derecho a elegir qué hace con los niños y cómo lo hace. Pero cuando los padres tenemos nuestro tiempo de custodia, tenemos que organizarnos de forma que aquello que viene impuesto por la otra parte se cumpla. ¿nos parecería tan normal que uno de los cónyuges impusiera ciertas tareas al otro en caso de una custodia compartida?

Ojalá en algún momento nos diésemos cuenta de lo que influyen los deberes en la familia. En mi casa la mayoría de las discusiones con mi hijo son por los deberes. ¿Es positivo que creen mal ambiente en el hogar? Prefiero mil veces una tarde feliz en el parque que una tarde repitiendo como un loro “Acaba los deberes”, no sé vosotros.

Por esta razón he hecho muchos de los deberes de mi hijo, lo confieso, soy culpable. Porque si entiende el mecanismo de la suma y de la resta, no veo porque en vacaciones debe llevar 200 operaciones para hacer. He coloreado con él, mientras charlábamos, incluso saliéndome un poco de la línea, por eso de que tiene ocho años y de vez en cuando se le escapa el lápiz. Y ¿Sabéis que ha pasado? que mi hijo es uno de los mejores estudiantes de su clase, es un niño que discurre y sabe solucionar problemas en la vida real, además de ser tremendamente responsable.

deberes-educadiver

Luego nos extrañamos cuando hablamos de abandono escolar, pensad por un momento que tenéis un trabajo que odiáis, que cuando llegáis a casa tenéis que seguir trabajando y que de repente un día os dais cuenta de que podéis dejarlo, la ley te ampara y vas a seguir teniendo un plato caliente en la mesa. ¡Es el paraíso! Y yo me pregunto ¿Qué pasaría si realmente disfrutasen aprendiendo? ¿También renunciarían a ello? En el aire lo dejo…

Soy consciente de que a muchos no les gustará lo escrito, el tema viene de largo y existen miles de defensores de lo blanco y de lo negro, pero mira, al menos me ha servido para pensar qué es realmente lo que me molesta de los deberes.

No me molesta que se acabe en casa una tarea que ha quedado a medias porque era hora del patio – cosa que no suele pasar porque si no acabas no hay patio – No me molesta que pongan a prueba la imaginación y la creatividad de los niños, como por ejemplo, creando una historia o un cuento del revés. Lo que de verdad me molesta es que tengan a mi hijo sentado en una silla de madera, después de haber estado sentado en otra silla la mitad de su día, para repetir en una hoja una y otra vez que 2×2 son cuatro porque lo dice el maestro, mientras toda la familia espera para hacer lo que nos dé la gana hacer en nuestro tiempo.

Category: General

15 COMMENTS

  • Soy maestra de primaria en Catalunya. Creo que el principal problema que tienes es que no te gusta la pedagogía de la escuela de tus hijos. Hay papás que quieren el machaque sistemático del niño, que trabaje, que memorice y llevan a su hijo/a a una escuela tradicional.
    En mi escuela no tenemos a los niños todo el día sentados en sillas de madera, escuchando a Dios Sabelotodo, somos una escuela activa, donde trabajamos de forma globalizada en el aula, por proyectos y en equipos. Los niños construyen su propio aprendizaje y son felices, niños y maestros implicados. Somos escuela pública y pensamos que otra manera de educar es posible.
    No nos gustan los deberes, pero sí que consideramos que los padres deben implicarse en la educación de sus hijos. Es por este motivo que somos una escuela abierta, donde el flujo de padres es constante en las aulas.
    A veces también mando deberes, aunque siempre son significativos, y muchas veces un punto de partida para iniciar una actividad.
    En el aula no siempre tenemos los recursos que nos gustarían y es por esto que a veces también es necesario que en casa se refuercen, en niños que tienen más dificultades algunos contenidos.
    Sonia Alcaraz
    Escola Sant Jordi Vilanova i la Geltrú

    • angela dice:

      Tienes razón Sonia, quizás sea la pedagogía. Me consta que hay profesores que quieren cambiar eso, pero no trata de un claustro unificado. El problema es que vivimos en un pueblo y la única elección que podemos realizar es si queremos que nuestros hijos estudien en valenciano o en castellano, lo demás se nos escapa. Otra solución sería buscar un cole privado más acorde con mi forma de entender la educación, pero eso me costaría un dineral -mejor dicho dos dinerales porque son dos niños- y leyendo lo que me dices todavía me da más coraje saber que sí se puede pero no se quiere. Gracias por tu comentario, es bonito ver que no todo está perdido.

  • Brz dice:

    Soy Profe y anti deberes … Me entristece ver como se pierde tanto tiempo de juego en los niños…realmente no nos damos cuenta de que la mayor parte de los aprendizajes se producen a través de éste!
    Así que mis alumnos no tienen una cantidad mínima e intento que sirvan para algo (aplicar los conocimientos a la vida diaria…) y aún así hay padres y madres que se me echan encima por no mandar deberes

  • evabailen dice:

    Hola

    Yo también estoy bastante desencantada. Supongo que ya lo sabreis, pero el desengaño me ha llevado a crear esta petición en change.org http://www.change.org/losdeberesjustos.
    También tengo un blog http://www.todoeldiaconectados.com en el que encontrareis un artículo genial en el post titulado «lo que los deberes han conseguido»
    Saludos
    Eva Bailén

  • marikiri dice:

    Lo cierto es que la jornada escolar no transcurre como se describe… entre otras cosas porque, a veces, al profe le toca hacer del padre o de la madre que no escucha a su hijo, o enseñar todas esas cosas que en el tan afamado sistema finlandés (por cierto, en el que también es mucho menor el tiempo que los escolares dedican a las tareas en casa) se encargan de enseñar los papás a sus propios hijos antes de incorporase al sistema educativo, con eso de 6 o 7 años. Claro que para ellos el concepto de colegio= guardería no existe!!!

    • angela dice:

      Hola Marikri. Leyendo tu comentario no sé muy bien como tomarlo, pero algo falla si los padres se quejan de que deben ejercer de profesores y los profesores de que deben ejercer de padres. Como ves, el artículo es de mi hijo y de sus deberes, y te puedo asegurar que no soy una madre que no escuche a su hijo o con la que su hijo no tenga confianza para hablar de sus problemas, y la jornada escolar que describo es la de mi hijo (como ves horario partido). Por cierto, en tu comentario da la sensación de que los padres no les enseñamos nada a los niños y que empiezan a civilizarse en el cole…yo soy madre y maestra (aunque no ejerza de lo segundo) y algo anda muy muy mal cuando ambos están en una guerra contínua en vez de intentar llegar a un consenso por el bien del niño. Parece la ley del que más manda. Gracias por tu comentario.

  • Tengo dos niños de 7 años.Solo hacen deberes el fin de semana, y siempre son de una hora como mucho ,y leer un cuento o una revista infantil que les deja la escuela. Quizá el problema sea la escuela que escoges para tus hijos, la línea pedagógica es diferente en cada centro. Eso de las horas en la silla de madera y las clases magistrales no pasa en la escuela de mis hijos.

    • angela dice:

      Gracias por tu comentario Marta. No sé de dónde eres, pero nosotros vivimos en un pueblo y la oferta no es muy amplia. Aquí la única elección es si quieres que tu hijo reciba clases en valenciano o no. A ver, que al final va a parecer que odio el centro y todo lo que hacen, y no es así, pero si es cierto que hay ciertas cosas que no comparto.

  • Por ley tenia que estar prohibido por ley ese tipo de deberes, repetitivos, sin conexión con la realidad, que no desarrollan la creatividad, que en el fondo no sirven para nada. Seguro que ni los corrigen, pensar 25 niños por clase x 10 ejercicios cada uno de tarea…. si se corrigen todos los 45 minutos se quedan en…… Como no ha dado tiempo a dar la clase magistral que estaba programada, pues os mando la pagina 45 entera y la 46 entera para casa…… Toma ya!!! No seria mejor dedicar el tiempo en clase a trabajar en grupo, por parejas actividades o ejercicios que sean motivadores para el alumnado, de esa forma podrías mandar para casa otro tipo de deberes: leer un libro por placer, salir al parque y contar cuantos niños/niñas están jugando y estimar cuantos años tienen y hacer la media, etc…..
    Soy docente y padre a la vez.
    Lo mejor de todo es que hay muchos profesionales en la educación, que poquito a poco están cambiando una escuela que funcionaba hace dos siglos, pero que hoy en día es un fracaso demostrado empíricamente.
    Se me olvidaba, hacer el calculo de cuanto dinero os gastáis (los que puedan) en lo que se llama «clases particulares» para hacer los ejercicios que mandan desde el colegio.

    • angela dice:

      Muchas gracias por el comentario! Destaca algo que yo me dejé en el tintero, las clases particulares y el dineral que les cuestan a los padres. Gran aporte, más si cabe viniendo de un padre y docente.

  • Eva dice:

    Soy profe de Formación Profesional en un IES y sigo sin entender como a esos mismos niños que se les ahogaba bajo una montaña de deberes empiezan el instituto sin apenas tarea para casa…. ¿no deberia ser al revés?

    • angela dice:

      La verdad es que desconozco si eso es así, porque mis peques tienen 4 y 8 años y eso me queda un poco lejos. Pero si de verdad sucede como dices yo no entiendo nada. No es que sea yo de las que quiera que se ahogue en tareas de casa a nadie, pero mi artículo trata de los deberes en niños de primaria, que no son responsables de su tiempo.

  • Patricia dice:

    Totalmente de acuerdo contigo. Después de pasar un montón de horas cada día en el colegio, la tarde tendría que ser para jugar y moverse. Pero hay algo que no veo igual; dices «cuando el colegio ejerce su custodia tiene derecho a elegir qué hace con los niños y cómo lo hace». Con matices, por supuesto.
    Un abrazo.

    • angela dice:

      Por supuesto Patricia! Me refiero a que ellos deciden qué les enseñan, cómo lo hacen, en qué horarios… Míralo de otra forma,yo como madre voy y le digo al profesor que se las apañe como quiera, pero que mi hijo tiene que hacer media hora de yoga durante su clase….me llamarían loca!!!!

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