Seguramente uno de los principales problemas que podemos observar en las aulas hoy en día es la dependencia del libro de texto que algunos profesores parecen tener. Cuando hablas con los padres tienen la sensación de que está prohibido salirse de lo que dicta el libro, incluso de que el profesor no esta capacitado o no tiene ganas. A menudo la sensación del profesor es la de no tener tiempo para adaptar sus materiales a su grupo-clase, con sus características específicas.

Antes de empezar el curso intentan elegir un material de apoyo que les ayude a cumplir los objetivos curriculares, muchas veces sin conocer a los niños que va a estar en el aula, su nivel académico o sus particularidades, por lo que no le queda más que rezar para que el material elegido sea capaz de cubrir las necesidades de todos – o al menos de la mayoría- e ir completando la información que cree escasa o eliminando aquella que cree que no es necesaria o lo es menos que otras informaciones.

EL LIBRO DE TEXTO EN LA ESCUELA

El libro de texto suele generalizar en los contenidos que el niño debe alcanzar y el momento exacto en el que debe hacerlo, sin opción a elegir los contenidos que pueden trabajarse a través de las dudas y experiencias de los niños. Quizás por esta razón, cada vez más los profesores optan por una forma más abierta de trabajar, marcando metas más cortas y adaptando cada paso que dan al momento que vive su grupo, por lo que deben realizar un gran esfuerzo y planificación si quieren dar respuesta a la necesitad de conocimiento creada en el aula.

ADAPTAR LOS CONTENIDOS

Quizás por esta razón resulta tan interesante «Escuela de Autor» una nueva filosofía de enseñanza de la editorial Santillana,  en el que el profesor va construyendo poco a poco el contenido que va a utilizar en el aula. Con  «Escuela de autor» el aprendizaje se va construyendo a través de las necesidades, experiencias y recursos que poseemos en el aula, de forma que cada contenido que se trabaja de forma vivencial y significativa.

El aprendizaje significativo debería ser el principal objetivo en las aulas, de forma que cada tema tratado tenga una aplicación práctica en la vida presente y futura, disponer de materiales, portales y contenidos moldeables que nos ayuden a mostrar y vivenciar los contenidos es importante para dar vida a aquello que estamos aprendiendo.

En una sociedad cambiante resulta bastante significativo que se sigan utilizando metodologías y contenidos aparentemente obsoletos, cabría analizar si los alumnos del presente pueden aprender  de la misma forma que los alumnos del pasado, sin tener en cuenta las nuevas realidades sociales y las nuevas herramientas disponibles. No se trata de innovar por innovar, sino de aprovechar todos los recursos para preparar a los alumnos para la sociedad actual.