La Navidad está llegando a nuestro hogar, esto significa que de repente a mis hijos les ha dado por pedir cualquier cosa a la que la televisión le haya dedicado unos breves instantes en el espacio de tiempo en el que estan viendo dibujos animados. Si tenemos en cuenta que su consumo televisivo suele reducirse al momento de la cena, podríamos pensar que no son demasiados los juguetes que pueden llegar a despertar interés en ellos, pero no es así. Con la cercanía de estas fechas, la televisión se convierte en un bombardeo continuo de publicidad con el fin de que nuestros hijos pidan montones de juguetes que pasarán a formar parte de los estantes en menos que canta un gallo.
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