A mis peques les encanta cocinar, ellos se lo pasan en grande y yo aprovecho para mostrarles lo importante que es alimentarse correctamente, cuáles son los alimentos más adecuados, cuáles debemos consumir con moderación, etc.

El problema más habitual con el que solemos tropezar es la falta de tiempo. Por eso intentamos buscar recetas sencillas y rápidas, en las que les pueda dar cierta libertad de movimientos. Esto no significa que los deje cocinando solos, al menos no todavía, pero intento que ellos se vayan familiarizando con los utensilios, con el espacio y con las tareas derivadas de la cocina, es decir, cocinar no implica la receta en sí, también precisa cierto orden y limpieza, tanto de nosotros mismos como del lugar en el que cocinamos.

Como esta semana ha llovido por Valencia, hemos aprovechado para realizar una receta que destaca especialmente por su sencillez: hemos hecho palmeritas de hojaldre.

Necesitamos:

Una de las características principales de esta receta es la cantidad de ingredientes que necesitamos, concretamente 3 ingredientes que están al alcance de la mano de cualquiera.

• Una plancha de masa de hojaldre.
• Mermelada de melocotón o albaricoque.
• Azúcar glas

Elaboración de las palmeritas de hojaldre

Estiramos la masa de hojaldre sobre azúcar glas y lo cubrimos con una capa de mermelada de albaricoque. No debe quedar mucha mermelada para evitar que se salga por los lados cuando lo enrollemos.

Enrollamos ambos lados hasta el centro de la masa intentando que quede lo más prieto posible, pero evitando que la mermelada del centro rebose.

En la forma anterior lo ponemos en el congelador durante más o menos 45min. para que endurezca. Una vez duro podrás cortarlo y hornearlo.

Este es el resultado:

A través de la cocina podemos trabajar de forma globalizada las capacidades en proceso de desarrollo de los niños. Con la elaboración de estas palmeritas hemos observado como el frío ha actuado sobre la masa para hacerla más dura. Hemos trabajado las simetrías y el concepto de grosor, además de desarrollar la percepción sensorial – tacto, olfato y gusto -. Los niños se han atrevido a probar nuevos sabores, ya que conocían todos los ingredientes por separado.

Puedes ver el proceso completo en el siguiente vídeo.