Esto se debe a que son reticentes a hacer caca en el orinal, por lo que las heces se hacen duras y son más difíciles de expulsar.  

Para evitar que esto ocurra, y salvo que el pediatra haya diagnosticado alguna patología, podemos aplicar estas directrices que nos pueden ayudar a que el niño haga caca con cierta normalidad.

1. Incrementa la ingestión de líquidos. Los líquidos ayudan a que las heces sean más blandas, por lo que resultará mucho más fácil su expulsión. Podemos recurrir también a zumos de frutas o directamente frutas ricas en agua como por ejemplo la pera, la uva o la ciruela. Las frutas ricas en vitamina c también nos pueden ayudar en esta tarea, sobre todo si son consumidas durante el desayuno o la cena.

2. Haz que coma fibra insoluble. Podemos encontrarla en el tallo de las verduras y en las legumbres, por lo que debemos incorporar este tipo de alimentos a la dieta habitual del niño. Puedes cambiar el pan, el arroz y los cereales por la variedad integral. Ciertas frutas contienen una mayor cantidad de fibra en su piel, por lo que podemos ofrecer al niño pera o manzana sin pelar.

3. Lubrica el intestino. Puedes hacerlo añadiendo aceite de oliva en crudo en todas sus comidas. Puedes aliñar las ensaladas o emulsionar los purés con él.  La miel también puede ser un buen remedio, ya que tiene efecto lubricante similar al del aceite de oliva.

Existen ciertas actividades que ayudan con el movimiento del intestino y que resultan muy útiles si el peque presenta temor a evacuar en el orinal. Estas actividades no tienen porque ser realizadas en el momento de hacer caca, sino que pueden asimilarse dentro de las rutinas diarias como una necesidad más del niño.

Como ya explicamos en nuestro artículo “¡CACA NO! Qué hacer cuando tu hijo no quiere hacer caca”, hacer sentadillas con las piernas separadas o ayudar al niño en la posición de sentado con un taburete facilita la expulsión de las heces. De la misma forma, aquellas actividades que impliquen realizar fuerzas con las manos, como por ejemplo amasar plastilina o apretar bolas anti- estrés, ayudan con la relajación del esfínter.