Hoy hemos dibujado letras con sal. Hemos aprendido como suenan y como se representan. Un juego que encanta a los peques y con el que aprenden mucho.
Cuando los peques empiezan a reconocer las letras pronto empiezan a querer imitarlas. Normalmente lo hacen con lápices o rotuladores, ya que estos materiales los suelen tener más a mano.
Si tenemos en cuenta lo importante que es el dominio del trazo y del movimiento de la mano para la escritura futura, no está de más que les proporcionemos ejercicios con los que puedan practicar la pre-escritura mientras experimenta con el tacto.
Necesitamos:
Un recipiente para poner la sal -nosotros hemos utilizado dos bandejas de las que usan para la carne en los supemercados-,y les hemos recortado unos fondos de color para que se note más el dibujo. También necesitamos una huevera y las tarjetas imprimibles que os facilitamos en el post de «Letras con palos de polo»
Paso a paso
Recortamos un par de cartulinas con la forma del fondo.
Llenamos las bandejas con una capa de sal.
Recortando las hueveras fabricamos estos soportes para las tarjetas.
Dibujamos con el dedo una letra elegida al azar.
Así lo han pasado nuestros Divers
¿Qué hemos aprendido?
Mis peques han empezado directamente a escribir las letras en las bandejas de sal ya que ambos conocen bien las letras, pero si tu peque está empezando a familiarizarse con las grafías, es bueno que pronunciemos el fonema en voz alta para empezar con la asociación grafía – fonema. Es importante enseñar a los niños «cómo hablan las letras» en vez de su nombre, de esta forma tendrá mucha más facilidad en el futuro para formar sílabas uniendo fonemas.
Valga como ejemplo:
Si enseñamos al peque los fonemas y su nombre es POL, llegará un momento en el que descubrirá que unir los fonemas /p/ /o/ /l/ suena la palabra POL.
Si enseñamos los nombres de las letras y el peque intenta deletrear su propio nombre – POL – el niño lo leerá dando a cada letra el valor completo del nombre de la letra, es decir: PE O ELE.
Por tanto con este ejercicio entrenamos la conciencia fonológica, que consiste en saber que las palabras están formadas por «piezas» como un puzzle a las que llamamos sílabas o fonemas. Reconocer estas «piezas» les permitirá leer y escribir en el futuro.
Al mismo tiempo trabajamos la motricidad fina, asignando a nuestro dedo el papel que suele tener el lápiz: escribir.Si el peque empieza a hacer trazos, podemos pedir que repase con el dedo la letra que tiene en la tarjeta antes de intentar reproducirla.
Además trabajamos la atención, puesto que a estas edades suelen existir letras que les causan confusión, como por ejemplo la P o la R, que sólo se diferencian por un «palito».