Cuando hablamos de formas geométricas con los más peques, una de las primeras diferencias que ellos pueden notar es la longitud de los lados. Al diferenciar el cuadrado del rectángulo, por ejemplo, observan que ambos tienen cuatro lados y cuatro puntas, aunque existe una gran diferencia entre ellos: en el rectángulo tiene dos lados más largos respecto a los otros dos.

Este aprendizaje que, a priori, puede resultar tan banal, nos ayuda a sentar las bases de lo que más adelante será el aprendizaje de los polígonos regulares, o en sus palabras, las formas geométricas que tienen todos los lados y ángulos iguales.

Pero si de aprender manipulando se trata, no hay nada tan visual y esclarecedor para un niño como poder coger una de estas formas y separar sus lados para comprobar si realmente todos son iguales.

Para tal actividad, os proponemos este material hecho con palitos de polo, muy sencillo y rápido de hacer y que puede ser de gran ayuda.

Para que las piezas cuadren, debemos pegar el mismo tipo de velcro en el mismo lado de todas las piezas. Luego les daremos la vuelta y pegaremos el otro tipo en el lado contrario.

¡Tan fácil como esto! ¡Nuestro material está listo!