JULIO EDUCADIVER

Día 31: Monstruos de piedra.

1 Ago · angela · No Comments

Día 31: Monstruos de piedra.

Nos despedimos de Julio EducaDiver con estos simpáticos monstruos de piedra que harán que los peques pongan en marcha su creatividad e imaginación.

Me encantan los monstruos, no sé el porqué pero es así. Quizás porque la idea de trabajar con los niños con personajes que en un principio se diseñaron para causar terror me parece un reto bastante interesante. Hace un tiempo ya os hablé de los monstruos que no dan miedo, o de los que cuidan a los peques mientras duermen, incluso os propuse «libros de monstruos para vencer el miedo». 

Proponer a los peques que creen sus propios monstruos puede ser un ejercicio plástico fantástico, ya que no existen límites. Dibujar un niño o una niña implica tener un conocimiento mínimo del esquema corporal y seguir unas leyes naturales insustituibles: los niños tienen dos brazos, dos piernas, una cabeza… en cambio los monstruos pueden ser como tu quieras. Da igual si tienen dos cabezas o cuatro ojos, en el mundo de los monstruos todo vale.

En nuestro último viaje hemos ido recogiendo piedras de los ríos con la intención de convertirlas en pequeños monstruos que velarán nuestro sueño. Este ha sido el resultado.

Necesitamos:

  • Piedras.
  • Cola.
  • Cartulinas.
  • Ojitos móviles.
  • Pinturas.
  • Limpiapipas.
  • Plumas.
  • Cualquier material que pueda ayudarnos con la decoración.

Paso a paso.

Pintamos las piedras de diferentes colores.

Pegamos ojitos y dibujamos las caras.

Decoramos con extremidades, pelo, manos....

Así lo han pasado nuestros Divers

¿Qué hemos aprendido?

El hecho de recoger piedras en distintos entornos naturales nos ha permitido analizar las texturas, tamaños y pesos de las mismas, permitiéndonos encontrar semejanzas y diferencias. Hemos podido comprobar que las piedras recogidas en los ríos solían ser suaves y redondas debido a la erosión causada por el agua, que las arrastra provocando choques entre ellas. Las piedras recogidas en las montañas tenían un tacto bastante diferente, eran arenosas y algunas veces incluso se podían romper ya que estaban formadas por barro seco. Además, la erosión era distinta, lejos de ser redondeadas, tenían un aspecto puntiagudo causado por el efecto del aire. Incluso hemos tocado rocas volcánicas que pesaban poco y tenían pequeños agujeros que se formaban con el enfriamiento de la lava volcánica cuando tenía burbujas de aire atrapadas en su interior.

Aunque esta actividad no estaba pensada para «aprender» más allá de la recogida y el análisis de las piedras, hemos comprobado que el hecho de enfrentarse ante la prueba de dar vida a algo abstracto como es un monstruo pone en marcha los procesos creativos de los más pequeños, ya que no se trata de copiar un monstruo, sino de inventar uno. De la misma forma, se les reta a pensar sobre los miedos y las formas de enfrentarse a ellos.

Con esta actividad damos por concluido nuestro mes de actividades, esperamos que os haya gustado.

¡Feliz Julio EducaDiver!

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