Mis hijos por ejemplo pueden pasarse horas jugando con ella, les encanta modelar su pequeño mundo y ver como de sus manitas salen todas esas formas.  Gracias a una oferta que vimos en Amazon ahora tenemos plastilina Playdoh para rato :), os la recomiendo, ya que son nada menos que 12 botes de diferentes colores, ¡casi 2 kg de plastilina!, por menos de 8 euros.

Compra plastilina Playdoh barata en este enlace.

Una de las características principales de los juegos de modelado es que los niños son capaces de imaginar aquello a lo que quieren dar forma para, más tarde, materializar sus pensamientos en figuras modeladas.

La mayoría de los niños tienden a plasmar, en un primer momento, figuras indefinidas a las que más tarde les asociará un significado conocido para él, normalmente un objeto o personaje cotidiano.

A Pol por ejemplo le encanta la comida y cocinar, por eso ha decidido preparar una sabrosa pizza de tomate.

Con el paso del tiempo, el proceso que seguirá el niño será inverso al inicial, pensará en un primer lugar qué es lo que quiere plasmar para, a continuación, modelar una figura que se asemeje al objeto que tiene en mente.

Las actividades de modelado, en cualquiera de sus variaciones, aumentan notablemente la capacidad de concentración, por lo que suelen ser juegos solitarios, aunque su utilización en mecánicas de grupo podría ser altamente beneficiosas en procesos de desarrollo de valores como la empatía, la colaboración, el trabajo colaborativo, etc.

Este ambiente de concentración creado por este tipo de juegos puede ser un gran aliado en momentos especialmente problemáticos de los niños, como pueden ser episodios de estrés, angustia o nervios.

Además, la manipulación de la plastilina playdoh suele ser una actividad placentera, por lo que ayuda a relajarse y a controlar las situaciones críticas de ansiedad. Por todo esto, la plastilina o pasta de modelado es un juguete ideal para niños inquietos o muy impulsivos (como Pol).

En situaciones cotidianas, el manipulado ayuda a la psicomotricidad fina y a la coordinación óculo-manual , lo que permitirá que poco a poco el niño vaya ejecutando movimientos mucho más precisos que serán imprescindibles en el proceso de aprendizaje de la escritura.

Además, a través de la plastilina playdoh podemos trabajar una infinidad de conceptos que, sólo con la palabra, resultan difíciles de entender. Por ejemplo con esta actividad hemos trabajado conceptos matemáticos:  cantidades, proporciones, pesos, etc. Hemos trabajado también la percepción sensorial, principalmente a través del tacto, pero también a través de la vista con la mezcla de los diferentes colores: de la misma forma hemos trabajado conceptos plásticos, ya que hemos obtenido los diferentes colores a través de la mezcla de los primarios.

Finalmente, queda decir que, a través de este juego, hemos adoptado un rol diferente al que estamos acostumbrados, en este caso, un restaurante donde yo era el cliente y mi hijo el cocinero (o cocinador como le gusta llamarlo él), con todos los beneficios que conlleva este tipo de actividad.

Por cierto, la pizza estaba «deliciosa» 🙂