Recuerdo cuando era pequeña y tenía visitas inesperadas en mi cabeza. Mi madre se desesperaba con mi laaaaaargo pelo, intentaba separar los mechones uno a uno para que aquellos amiguitos nuevos que me traía del cole desaparecieran. Recuerdo horas y horas al sol, bolsas en la cabeza, olores extraños, picazón, escozor…. claro que mi madre no deseaba hacerme todas esas incómodas para mí, pero es que no había otra forma menos incómoda de decir adiós a los piojos.
Me ha encantado tu post: bien explicado, muy visual, y con consejo para aplicarlo en toda la cabeza!!
Genial!!
Muchas gracias por participar en la promo.
Un abrazo madresférico!!
Ha sido un placer. Muchas gracias a vosotros por la confianza =)